Escribo esto desde un lugar de límite real.
Mi cuerpo está cursando dolor neuropático asociado a fibromialgia y, aunque los nuevos medicamentos están ayudando a bajar la intensidad del dolor, también me han dejado claro algo que no puedo seguir negociando: necesito descansar.
No es una pausa creativa, no es un “retiro voluntario”.
Es burnout.
Y en este punto, descansar es la única opción para poder recuperarme.
Sabemos que el sistema nos empuja a sostenernos solxs, a malabarear incluso cuando el cuerpo ya dijo basta, a convertir cada necesidad en culpa. Yo hoy no puedo ni quiero seguir ese mandato. No creo en la autosuficiencia como virtud moral. Creo en el apoyo mutuo como práctica concreta de supervivencia. (aunque lo que razono, no ha sido lo que llevo a la practica porque hasta hace muy poco seguía autoexplotandome)
Pedir ayuda no es rendirse ni delegar la responsabilidad de mi vida en otres. Es reconocer que nadie se sostiene en soledad, y que las redes existen para estos momentos, no solo para celebrar, sino también para amortiguar la caída.
Hoy necesito apoyo económico para poder tomarme este mes de descanso sin poner en riesgo mi subsistencia básica. No estoy ofreciendo productividad a cambio, ni prometiendo estar “mejor pronto”. Estoy pidiendo tiempo, cuidado y piso mínimo para no seguir forzando un cuerpo que ya no da más.
Si valoras mi trabajo, si te ha servido, si crees —como yo— que el apoyo mutuo es una forma de acción política cotidiana, aquí están reunidas todas las formas en las que puedes apoyar económicamente mi proceso:
https://links.anartist.org/@laloica
Ko-fi, Liberapay y Mercado Pago (Chile) están ahí no como caridad, sino como redistribución, como gesto horizontal, como recordatorio de que cuidarnos entre nosotres es parte de la lucha contra un sistema que nos quiere exhaustxs y solxs.
Gracias por leer, por compartir, por sostener cuando yo hoy no puedo hacerlo sola.
Descansar también es resistir.
Lloyka
